EEUU "no dudará en anular el acuerdo" de paz si talibanes no cumplen: Secretario de Defensa
"Si los talibanes mantienen el acuerdo, Estados Unidos comenzará una reducción de fuerzas basada en esa condición, repito basada en esa condición", indicó Esper.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió este sábado desde Kabul que su país "no dudará en anular el acuerdo" de paz firmado hoy en Catar con los talibanes si estos lo incumplen, lo que anularía a su vez la retirada completa de las tropas aliadas de Afganistán en 14 meses.
"¿Podrían los talibanes incumplir sus compromisos? Estados Unidos no dudará en anular el acuerdo", avisó Esper durante una rueda de prensa en Kabul con el presidente afgano, Ashraf Ghani, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltelberg, con motivo de la firma en Doha del histórico acuerdo entre EEUU y los insurgentes.
"Hacemos un llamamiento a los talibanes para que cumplan sus compromisos con Estados Unidos. A medida que progresen las negociaciones intra afganas, Estados Unidos vigilará de cerca las acciones de los talibanes para juzgar si sus esfuerzos por la paz son de buena fe", dijo el secretario de Defensa, que llegó este mismo sábado a la capital afgana.
"Si los talibanes mantienen el acuerdo, Estados Unidos comenzará una reducción de fuerzas basada en esa condición, repito basada en esa condición", incidió Esper.
Según la declaración conjunta entre EEUU y el Gobierno afgano, dicha reducción dejará en el país 8.600 de los 14.000 soldados estadounidenses en 135 días, mientras que en 14 meses "todas" las tropas aliadas deberán salir de Afganistán de forma "proporcional".
Esper subrayó que el pacto de Doha "allana el camino para negociaciones intra afganas" en las que se debe lograr un "alto el fuego integral", aunque confesó que "el camino que queda por delante no será fácil".
"Continuaremos brindándoles apoyo según sea necesario para ayudarlos y apoyarlos contra las amenazas internas y externas a la soberanía de Afganistán", dijo en referencia a la declaración conjunta que contempla el apoyo estadounidense a la formación y equipamiento de las fuerzas afganas de seguridad.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, que calificó el acuerdo como "una victoria para la paz y una victoria para el pueblo afgano", señaló además que "Afganistán dejará de ser un refugio seguro para los terroristas internacionales".
Stoltenberg agregó que "el precio de la paz no puede ser sacrificar el progreso, la paz sólo será sostenible si se protegen los derechos humanos de todos los afganos, mujeres, hombres y niños".
"La OTAN reducirá su presencia en Afganistán paso a paso y según sea las condiciones, reflejando el progreso que veamos en el terreno. La OTAN y sus aliados entraron juntos a Afganistán, ajustaremos nuestra presencia juntos y cuando sea el momento adecuado nos iremos juntos, esto sólo sucederá, cuando tengamos la seguridad de que las fuerzas afganas ya no necesitan nuestro apoyo", explicó.
Por último, el presidente afgano, Ashraf Ghani, aseguró que su Gobierno "da la bienvenida" a las dos partes del acuerdo: "la reducción de la violencia, que es un signo hacia un alto el fuego", y "el comienzo directo de las conversaciones intra afganas".
Sobre ello, Ghani adelantó que el Gobierno está preparado para esas negociaciones: "Nuestro equipo de negociación será inclusivo, bajo el paraguas de la República Islámica de Afganistán".
El acuerdo, que también contempla la supresión de las sanciones de la ONU a los talibanes, si se cumple por ambas partes y da lugar a un acuerdo político entre afganos, cerrará un conflicto de casi dos décadas que se inició con la invasión estadounidense en 2001 y el desalojo de los talibanes del poder.
EFE